martes, 5 de abril de 2011

La importancia del 1 contra 1.


En éste articulo quiero intentar evidenciar la importancia frecuentemente inconsciente, oculta y hasta a veces olvidada del 1 contra 1. Me parece de vital importancia resaltar el valor ofensivo del 1 contra 1 en el Futsal (creo valga también para muchos de los deportes de equipo) y su aporte hacia lo colectivo.
Hoy un jugador de una liga de nivel debe de poder resolver situaciones de mano a mano con eficacia. De lo contrario el equipo pierde poder ofensivo y capacidad de mantener el control sobre el rival.

 
Cuando poseo un jugador hábil en el “mano a mano” o 1 vs. 1, que controlando el balón ataca sin miedo el espacio de su adversario, el mismo abre un abanico de posibilidades infinitas para poder conseguir arribar a la meta contraria.

Obviamente éste jugador puede darnos una superioridad numérica simple con el hecho de eludir a su adversario directo y desarrollar más fácilmente el ataque; pero más allá de ésta superioridad numérica, “ese” jugador consigue desajustar parte de la defensa solamente tomando el control del balón. Muchas veces, cuando los adversarios ven sus pies tomar contacto con el esférico, para evitar ser dribleados, por norma se colocan un poco más distantes (respetan al portador del balón) ofreciendo a él y a todo el equipo la posibilidad de construir líneas de pase más fácilmente de lo habitual.
También sucede que sus propios compañeros sintiéndose más seguros  se desmarcan más y mejor sabiendo de la posibilidad cierta que su compañero conecte un pase que los deje en una situación positiva para conseguir el objetivo (por ejemplo a espaldas de los adversarios). Es decir que de ésta manera su capacidad individual redunda en un mejoramiento de la capacidad colectiva.

Si estamos de acuerdo con lo antedicho, debemos ser conscientes de cuanto debemos trabajar ésta característica en edades formativas para desarrollarla, de manera que nuestros jugadores desarrollen técnicas y habilidades que les permita llevar a cabo esta situación con arrojo, seguridad y éxito. De todos modos es importante no olvidar seguirlas trabajando también más adelante, en todas las etapas, estimulando a nuestros jugadores a que lo intenten (de más está decir que cuando la posibilidad lo amerita).

Resulta fundamental que desde el fútbol formativo el jugador comprenda esta situación, ya que con el tiempo el jugador que presente mayores recursos en relación a un adversario tendrá clara ventaja sobre éste y por ende podrá dar claras ventajas a su equipo.

Debemos trabajar arduamente la coordinación general (equilibrio y coordinación óculo-pedal , ojos-pies, por sobro todo) desde edades tempranas (5-8 años); en el control (orientado si es posible) del esférico, la conducción del balón con diferentes superficies de contacto, las fintas y driblings; desarrollar la capacidad de anticipar la jugada (relacionado con la imaginación) e intuición de la misma, así como también darle espacio a la creatividad del individuo para sortear los obstáculos que se le presentan. De ésta manera colaboraremos en crear un jugador hábil en el 1 contra 1 que potencie al equipo.

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